En el corazón de Northfield, en el año 2007, Dios encendió una llama que cambiaría vidas para siempre. Los pastores Dennis y Jessica Moreno, luego de años de fiel servicio en nuestra Iglesia Local, bajo el liderazgo del Pastor Francisco Jones, él nos comisionó y envió.
Con un corazón encendido por una nueva pasión y una visión clara, comenzaron a abrir las puertas de su hogar para compartir el amor de Cristo. Aquellas pequeñas reuniones, llenas de fe, adoración y comunión, fueron el nacimiento de una familia espiritual que no dejaría de crecer.
Solo un año después, Dios los condujo a un templo ubicado en la misma calle de su casa. Allí, encontraron gracia ante los administradores del lugar, y por nueve años, ese espacio sirvió como refugio y punto de encuentro para una comunidad cada vez más viva.
La iglesia comenzó a florecer. Las sillas se llenaban, los corazones se encendían, y la visión crecía. Sin embargo, junto con el crecimiento, también llegó un nuevo desafío: el cuidado y formación de las familias y los niños requería un espacio mejor preparado. El anhelo por algo más grande comenzaba a surgir.
El año 2017 marcó un momento decisivo y sobrenatural: la adquisición del primer templo propio, pagado completamente en efectivo. Este hecho no solo testificó de la provisión divina, sino también de la fe y unidad de una iglesia que había aprendido a soñar con Dios.
El nuevo edificio no tardó en llenarse. Fue necesario abrir dos servicios dominicales, y aun así, el espacio comenzaba a quedar pequeño. En solo cinco años, la iglesia duplicó su membresía, demostrando que cuando Dios guía, el crecimiento es inevitable.
El año 2023 trajo consigo un nuevo amanecer. Movidos por obediencia y visión, la iglesia adquirió un templo mucho más grande, con aulas para niños y salones dedicados para hombres, mujeres, jóvenes y ancianos. Fue una expansión tanto física como espiritual.
En ese mismo año, la congregación abrazó una nueva identidad, adoptando el nombre Iglesia Gracia, dejando atrás el nombre anterior Iglesia Por Gracia Sois Salvos. Esta transición reflejó una nueva etapa de madurez, visión y enfoque.
Y aunque el nuevo templo era grande, Dios sorprendió una vez más: en menos de un año, el lugar quedó pequeño ante el continuo fluir de personas buscando esperanza, verdad y transformación. Una vez más, la expansión es inevitable.
Nuestras convicciones están ancladas en la Biblia: un Dios que nos ama, un Salvador que dio su vida por nosotros, un Espíritu que guía y una esperanza eterna que nos impulsa a vivir con propósito.
La salvación es un regalo de Dios, no por obras, sino por la fe en Jesucristo como Señor y Salvador.
La iglesia esta compuesta por todos los creyentes en Jesús, su propósito es adorar a Dios, edificar a los creyentes y compartir el evangelio.